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sábado, 19 de mayo de 2012

Feeling Like In Another World Cap 2/ Nos lloverá encima


Este capítulo es algo largo pero merece la pena!!! :D Espero que os guste mis lil' stars <333

[...Alessia...]
-¿Estás bien?- preguntó Paola a mi lado.
-Si, si, si... Es que me he quedado embobada- dije riéndome nerviosamente intentando disimular mi reciente descubrimiento.
-Para no quedarse embobada, estaba mirando el poster de Harry Styles- se rieron todas.
-Seguro que es eso- dijo Tamara sentándose a mi lado en la cama- aunque no quiera admitirlo siempre ha sido su favorito, ¿a qué sí Sia?
Por suerte el móvil de mi bolsillo comenzó a sonar con la canción de Good Feeling de Flo-Rida. Di un brinco por el susto y me levanté para cogerlo, seguro que era él. Saqué el móvil del bolsillo y suspiré de alivio al ver que el número final era el 21. 
-¿A dónde vas?- dijo Tamara cuando me levanté para irme a mi habitación.
-Es importante, me encantó conocerlas chicas- dije antes de salir.
-A nosotras también- dijeron ellas.
Corrí, bueno volé hasta mi habitación, casi me caigo por el camino, y entré en ella cerrando la puerta con el pestillo para que no entrara nadie. Descolgué y unas risas se escucharon al otro lado del teléfono.
-Hola- dije sentándome en mi cama.
-Hola por fin lo coges- reconocí la voz del chico de la playa, Harry.
-Ya es que mi hermana me entretuvo un poco y no pensaba contestar delante de ella.
-¿Por qué no?
-Ella es super fan vuestra y creo que le daría un ataque si descubre que estoy hablando contigo en este momento- me imaginé la cara de Tamara si se lo dijera y me empecé a reír.
-¡Ah! Ya sabes quien soy entonces... Mejor, así nos ahorramos las presentaciones- se rió él también- ¿Y tú no eres fan nuestra?
-Me gusta algunas de vuestras canciones pero ya está, mi hermana es la que si que es fan vuestra. 
-Quizás algún día podamos hacerla alguna visita, nos quedaremos aquí todo el verano... Pero bueno, a lo que iba, ¿dónde podemos quedar para el intercambio de móviles? 
-Pues no lo sé, me perdí para ir a la playa por lo que no tengo ni idea de donde podemos quedar.
-¿Tú también te perdiste?
-Si, ¿es qué tu también?- dije sorprendida, al menos ya no era la única tonta que se había perdido.
-Claro, las calles son tan parecidas que ya no sabía por donde ir- nos reímos los dos.
-¿Y si vamos a la playa? Los dos sabemos llegar hasta allí sin perdernos... O eso creo- nos volvimos a reír- ¿en el paseo de la playa entonces?
-Allí estaré Alessia.
-Prefiero que me llamen Sia- le dije con una sonrisa, me había caído bastante bien- ¿a las cinco?
-Vale a las cinco en el paseo de la playa- dijo y agregó- entonces, ¿de donde eres? Ese acento no parece muy inglés.
-Soy española pero desde hace casi dos años vivo en Londres.
-¿Ah si?
Y allí es cuando comenzamos a hablar de todo: de nuestra vida, de nuestros amigos, también me contó anécdotas graciosas sobre los demás chicos del grupo y sobre él y yo por supuesto le conté las mías. Era un chico bastante majo y normal para ser una super estrella como decía mi hermana, es más me gustó hablar con él. Era como si nos conociéramos de toda la vida y fuéramos los mejores amigos. Era extraño la verdad, nunca me había sentido así con alguien, quitando a Tamara por supuesto, pero me gustó esa sensación.
-Espera un momento- le dije cuando escuché unos golpes en mi puerta y grité en español- ¿quién es?
-Soy yo Sia- dijo mi hermana- baja ya es hora de comer.
-¿Ya?- dije, miré el reloj y me sorprendí por la hora, eran las dos de la tarde, si que había pasado tiempo hablando con él.
-Si, hay macarrones para comer, te vas a hartar de pasta- se rió.
-Vale ahora voy, estoy hablando por teléfono.
-Ok.
Escuché como se alejaba y volví a poner el teléfono en la oreja.
-Vale ya está, me tengo que ir a comer- le dije a Harry.
-Si a mi también me están llamando para ir a comer- nos reímos-. Hasta las cinco.
-Hasta las cinco- colgué y guardé el móvil en el bolsillo.
Quité el pestillo de la puerta y bajé las escaleras pensando en lo que haríamos esta tarde después de llegar al paseo, no quería solo darle su móvil y ya está, y creo que Harry tampoco quería eso. Encontré a todos sentados en la mesa esperando a que yo llegara para comer, hacía tiempo que no estábamos todos juntos. Entre el trabajo, las clases y los viajes de Peter y mi madre no teníamos tiempo de estar todos en casa. Quizás estas vacaciones eran para unirnos y pasarlas en familia.
-Hola Sia, ¿qué tal llevas el día? Tu madre me ha dicho que has ido a la playa- me dijo Peter con una sonrisa.
-Si, me perdí por el camino pero bueno me gustó mucho.
-Tu jovencita- Peter señaló a Tamara- deberías de enseñarle el pueblo así no se perdería. 
-¡Eh! Yo no tengo la culpa se despertó antes que yo y se fue así sin más- dijo Tamara llevándose un tenedor con macarrones a la boca.
-Eso es verdad, le dejé una nota en la mesa y me fui- dije encogiéndome de hombros-. Fue una decisión repentina.
-Podemos ir esta tarde si eso- dijo ella con la boca llena- quedamos con mis amigas, les has caído bien.
-No puedo he quedado- dije y me arrepentí de inmediato, no debería de haber dicho nada.
-¿Con quién?- dijeron mi madre y Tamara a la vez.
-Con... Con,- me quedé en blanco, no pensaba contarles que había quedado con Harry Styles porque tenía su móvil- un chico que conocí esta mañana en la playa y se ofreció a enseñarme el pueblo- dije, al menos no todo era mentira.
-¿Es de aquí? ¿Quién es? ¿Le conocemos?- preguntó mi madre.
-¿Cómo es? ¿Es guapo? ¿Le conozco?- preguntó Tamara.
-¿Vais a seguir haciéndole este interrogatorio policial?- preguntó Peter y le dirigí una mirada de agradecimiento.
-Pero quiero saber quien es ese chico papá- dijo con voz dulce.
-Eres una cotilla- le guiñé un ojo.
-No soy una cotilla, lo que pasa es que quiero saber información sobre todo lo que pasa- rodé los ojos y seguí comiendo.
El móvil de Harry volvió a sonar en el bolsillo de mis pantalones con otra canción, ¿la macarena? Saqué el móvil rápidamente y vi que en la pantalla ponía el nombre de Niall, creo que era el chico rubio de ojos azules. Levanté la vista y todos me miraban expectantes y esperando a decirles quien era, o para que yo cogiera el teléfono o para que me fuera a hablar con la persona que estaba llamando. Decidí levantarme y con otro "es importante" salí del comedor directa a mi habitación de nuevo. Descolgué antes de entrar en la habitación y echar de nuevo el pestillo.
-¿Si?
-Hola soy Harry, tu móvil se ha apagado así como así y no lo puedo encender porque me pide el pin- dijo y sonreí, ¿por qué sonreía con cada cosa que decía?
-Y quieres que te de el pin, ¿no?- me reí.
-No es eso, era por si en vez de las cinco te parecería mejor quedar a las cuatro, así te devuelvo el teléfono antes y yo recupero el mío. Le echo de menos- nos reímos.
-Vale- dije enseguida sorprendida por la rapidez en que lo había dicho, ¿pero qué me estaba pasando?- entonces a las cuatro.
-No te enrolles mucho Harry que lo tengo que poner a cargar- dijo una voz, seguro que era Niall pidiendo su teléfono-. Además la vas a ver ahora tendréis tiempo de hablar.
-Ahora espera un segundo- le dijo y yo me reí- bueno te dejo que me quitan el móvil ya. Hasta ahora preciosa- me dijo y me imaginé su sonrisa.
-Hasta ahora- le dije y colgué.
Alguien llamó a la puerta, abrí el pestillo (bendito pestillo en Londres no tenía) y me encontré con Tamara mirando a su teléfono que en cuanto abrí la puerta me miró.
-Hoy hago una fiesta de pijamas, vienen todas mis amigas, ¿te quieres quedar con nosotras?
-Claro, ¿cómo no iba a querer?
-Pues como has quedado con el chico ese pensé que esta noche saldrías por ahí con él- levantó una de sus cejas y me miró de forma "me lo tienes que presentar".
-No voy a salir con él esta noche, todavía no le conozco demasiado- otra mentira, creo que ahora si que nos conocíamos.
-Bueno pues estos días me lo tendrás que presentar, ¿no?
-Si estos días- dije temiendo el día en el que sepa quien es.
-Uff... Me voy que he quedado, ya que prefieres salir con el chico ese antes que con tu hermana querida, esta te la guardo- dijo mirándome de forma envenenada pero luego soltó unas carcajadas-. Adiós Sia, que te lo pases bien- me dio un beso en la mejilla y salió por la puerta.

[...Tamara...]
Que rara estaba Sia, no me quería decir quien era ese chico cuando nos lo contábamos todo. Quizás fuera un delincuente del que no podíamos saber o quizás fuera un chico mayor que ella, con 25 años o por ahí. No tenía ni idea pero no me quedaría de brazos cruzados para saberlo. Entré en mi habitación y me quedé mirando los posters de mi grupo favorito One Direction. Me encantaban desde que salieron en The X Factor y me siguen gustando, sinceramente nunca me había gustado tanto un grupo. Decidí cambiarme de ropa y ponerme una camiseta verde con un tucán, unos shorts y unas vans de color blanco. Me deje mi pelo negro suelto y liso como lo tenía siempre y me pinté la raya en los ojos. El timbre sonó justo cuando salía de mi habitación y bajé las escaleras rápidamente para abrir la puerta y encontrarme con Estela, Lotta y Paola.
-Hola preciosa, ¿qué hacemos hoy?- me dijo Lotta con una sonrisa.
-Bueno, ¿damos primero una vuelta? Hace dos años que no veo el pueblo.
-Si te echábamos mucho de menos- dijo Estela dándome un abrazo.
-Yo más a vosotras.
Ellas eran mis amigas aquí y las quería con locura. Cada una era diferente de la otra y eso creo que nos unía aún más. Estela era una chica dulce y muy muy loca, justo igual que Sia, sabía que se llevarían muy bien las dos, le gustaba mucho la música e irse de fiesta con los amigos. Lotta era la chica más divertida y bromista que he conocido nunca, siempre tenía alguna broma y nos alegraba el día si veía que estábamos tristes, le gustaba las películas y muchas cosas más, le gustaban tantas. Y por último Paola era una chica muy guapa y una gran persona, le gustaba mucho leer y escribir, tenía un gran talento para escribir. Nos fuimos andando por la calle hablando de tonterías, cantando las canciones de One Direction que a ellas también le gustaba y riendo sin parar. Estas iban a ser unas vacaciones inolvidables.

[...Harry...]
¿Cuánto faltaba para que dieran las cuatro? Se me estaba haciendo eterna la espera y quería que pasara rápido para volver a ver a Sia. Me había impresionado su forma de ser despreocupada, optimista y alegre y quería conocerla más y más. Podía hablar con ella como si fuera un chico cualquiera y eso nadie hasta ahora me lo había hecho sentir. Estaba poniendo de los nervios a los demás porque me miraban cada dos por tres y no paraban de gastarme bromas sobre las ganas que tenía de que llegaran las cuatro.
-Deberías de verte la cara Harry- dijo Lou riéndose con los demás- estás más ansioso que Niall en la cena de Navidad y mira que eso ya es decir.
-Eso no te lo discuto- dijo Niall y más risas acompañaron esa frase.
-Creo que nuestro Harry se ha enamorado- dijo Zayn despeinándome.
-No estoy enamorado.
-Mientes- dijo Liam.
-Más claro agua de que mientes- dijo Niall.
-Pero si se te nota Harry a nosotros no nos puedes mentir- dijo Lou dándome una palmadita en el hombro.
-Que pena que el teléfono se haya apagado quería ver como era esa chica- dijo Zayn.
-Estoy deseando conocerla... Es la primera chica que le grita al mismísimo Harry Styles uno de los mejores seductores el mundo- dijo Niall comiéndose una bolsa de patatas.
-Después de mi claro está- dijo Zayn pasándose una mano por el pelo como para presumir.
-Yo creo que está igualado a ti- agregó Liam cambiando el canal de la televisión.
-En eso tiene Liam razón- dijo Niall con la boca llena.
-Pues yo creo que no... Harry es el más sexy del mundo- dijo Louis saltando encima del sofá y aplastándonos a todos.
-Joder Lou que nos matas- dijo Zayn quitandole de encima.
-Fuera ya me has aplastado las Lays-dijo Niall tirando a Louis al suelo.
-Harry son casi las cuatro te tendrás que ir ya, ¿no?- dijo Liam riéndose, hay que ver lo que se estaban riendo de mi esta tarde, pero sabía que lo hacían con cariño.
Miré el reloj y vi que quedaban diez minutos para las cuatro, tendría que salir ya para llegar a tiempo.
-Bueno chicos me voy- dije levantándome del sofá.
-Que te lo pases bien- dijo Niall.
-Gracias.
-Adiós Harry- dijeron todos y salí por la puerta poniéndome las gafas de sol.
Me encaminé hacia la playa, ahora las calles me parecían más familiares y pude encontrar la playa con facilidad. En la playa había muchísima más gente que está mañana y algunas chicas, habían muy pocas, se acercaron a que me sacara una foto con ellas o que les firmara un autógrafo. Me senté en uno de los bancos que estaban en el paseo y esperé a que Sia llegara, la verdad quería que viniera ya. Alguien me tapó los ojos y puso sus labios en mi oído.
-¿Quién soy?- dijo con voz grave pero la reconocí al instante.
-¿El hombre del saco?- dije con una sonrisa.
-Que tonto eres, soy yo- me quitó las manos y se sentó a mi lado con una sonrisa.
-Ya lo sabía- dije guiñándole un ojo a Sia.
Estaba guapísima con lo que llevaba puesto, pero no era lo mismo de esta mañana. ¿Se había puesto otra ropa para venir? Tenía una camiseta azul turquesa, unos pantalones cortos y unas converse negras.
-¿Qué pasa?- miró su ropa y se rió- ¡Ah! Mi ropa, me pinté las uñas porque me aburría y se me cayó el bote encima, además quiero usar toda la ropa que tengo en mi armario- rodó los ojos.
-Te queda muy bien el azul.
-Gracias- vi como se sonrojaba- ¿Has traído mi móvil?
-Ajá aquí está- lo saqué del bolsillo de mis pantalones y se lo di- ¿Tienes tu el mío?
-Si- sacó el móvil y lo puso en mis manos- a propósito le he quitado el volumen, no paraba de sonar desde que me llamaste la última vez.
Miré rápidamente quien me había llamado y quien me había enviado los mensajes y luego lo guardé, luego tendría tiempo de sobra. Ella encendió el suyo y tecleó el pin, el móvil sonó con una canción de David Guetta, Turn me on, y miró también por encima lo que tenía.
-Madre mía la de mensajes que me han llegado- guardó el móvil y me miró- ¡Bah! Luego los miro ahora no me apetece.
-¿Nos vamos a quedar aquí o damos mejor una vuelta?- le ofrecí para no estar todo el tiempo sentados sin hacer nada.
-Prefiero dar una vuelta odio estar mucho tiempo sentada, una cosa, ¿llevabas mucho tiempo aquí?
-No casi nada- sonrío y nos levantamos.
Echamos a andar y hablamos un poco mientras recorríamos las calles de aquel pequeño pueblo y las memorizábamos para no volver a perdernos. Hablábamos, nos reíamos, nos gastábamos bromas... Era como si fuera mi amiga de toda la vida.
-¿Y qué tal llevas el italiano?- me preguntó al cabo de un rato.
-Si te digo la verdad, entiendo muy muy poco, ¿y tú?
-Ya se italiano, se parece mucho al español y mi hermana me enseñó a hablar. Por lo que entiendo todo lo que me dicen, si nos insultan o algo lo entenderé- nos reímos.
-¿Vamos por allí?- le señalé una calle al azar, no tenía ni idea de adonde iba pero me daba igual.
-Vale- sonrió- me gustan tus gafas de sol- se acercó a mi y me las quitó de los ojos con un rápido movimiento y se las puso- ¿qué tal me quedan?
-Mejor que a mi la verdad- dije intentando quitárselas pero ella escapaba de mis manos- ¡Ey! Devuélvemelas- dije riendo intentando alcanzarla pero ella salía corriendo.
-No, tendrás que cogerme para recuperarlas señorito Styles- se dio la vuelta para enfrentarme con la mirada y echó a correr.
Me empecé a reír por lo que estaba haciendo y salí corriendo detrás suya para cogerla. Esta chica cada vez me sorprendía más y más y me encantaba. Pronto llegamos a un parque lleno de césped, la alcancé rápidamente y la cogí de la cintura para pararla y le hice cosquillas en los costados.
-Para Harry por favor- dijo intentando zafarse de mi abrazo y riéndose a carcajadas.
-No hasta que me devuelvas las gafas- dije en su oído.
-Me las voy a quedar que lo sepas.
Seguí haciéndola cosquillas pero nos tropezamos y nos caímos y ya allí nos reímos a carcajadas, nunca me lo había pasado tan bien. Paramos al rato y ella se secó las lágrimas de los ojos de lo que se había reído y a mi me dolía el estómago. Nos tumbamos en la hierba y miramos al cielo.
-Eres malo me has echo llorar- dijo ella y reímos un poco más.
-Y tu eres también muy mala me has quitado las gafas- vi como las cogía del suelo justo al lado suya y me las dejaba encima del pecho-. Ten, te las puedes quedar tengo otras iguales- se las dejé a su lado.
-Mmm... Gracias, pero tendré que dar una explicación sobre de quien son- sonrió y me guiñó un ojo.
-Bueno puedes decirles que son del chico de la playa- me encogí de hombros.
-¿Sabes una cosa? Espero que mi hermana no descubra que son tuyas, me la estoy imaginando haciéndoles un altar con tu foto y unas velitas- nos volvimos a reír, hay que ver lo que nos estábamos riendo esta tarde.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Ya la estás haciendo- sonrió de forma burlona.
-Ja ja ja, que graciosa- dije sarcásticamente.
-¿A qué si? Es una de las muchas virtudes que hacen de mi persona- se rió y yo la despeiné-. Ahora en serio, suelta la pregunta.
-Si como me has dicho Tamara es tu hermanastra y Peter es tu padrastro...¿Qué ha sido de tu padre?-su rostro le cambió por completo de estar alegre a uno lleno de dolor- He echo mal en hacer esa pregunta- dije sintiéndome mal por haberle hecho recordar algo que no quería.
-No, es solo que bueno... Me resulta difícil hablar de mi padre con alguien que no sea mi madre o Tamara.
-¿Murió?
-No, nos abandonó a mi madre y a mi cuando tenía tan solo 5 años.
-Oh vaya...- no sabía que más decir ni que hacer ahora.
-Pero lo pasado pasado está y ahora lo que quiero es ir a comer un helado- sonrió y volvió a recuperar la alegría en su rostro.
-Muy bien señorita- me levanté y la ayudé a ella- vamos a encontrar alguna heladería y nos comemos un helado, pero una cosa antes.
-¿Qué?- dijo ella mirándome de forma divertida.
-Que pago yo.
-Y no puedo negarme, ¿verdad?- dijo empezando a caminar.
-No, no puedes negarte soy un cabezota y tengo un maravilloso poder de persuasión- le guiñé un ojo.
-Está bien no me negaré, pero la próxima vez pago yo- cuando dijo esas palabras una sonrisa se dibujó en mi cara, la vería más veces.
Buscamos una heladería y al cabo de un rato la encontramos en una bonita plaza, había una iglesia a uno de los lados, una fuente llena de niños jugando con el agua, una terraza con gente tomándose algo riendo y hablando y macetas con flores. Pedimos los helados uno de limón para ella y uno de chocolate para mi, bueno más bien los pidió ella porque yo no sabía decir nada en italiano, y nos sentamos en uno de los escalones de la fuente.
-Mmm... Que rico está.
-Y que bien sienta uno con este calor- me limpié el sudor de la frente teatralmente y ella se rió.
-Pues si- se quitó el pelo de la cara y siguió comiéndose su helado-. Quiero saber una cosa.
-Dispara.
-¿Miraste mis fotos?
-No- dije pero parecía poco convencida con lo que le dije- ¿Es qué no me crees?
-Si- dijo enseguida pero no la creí.
-Me estás mintiendo señorita García.
-Vale es que no me lo creo ya está.
-No he mirado tus fotos en serio te lo juro- dije poniendo la mano en alto- y si es mentira que nos llueva encima.
En ese momento noté agua por encima nuestra, era que uno de los niños que se había caído dentro de la fuente y las salpicaduras nos llegaron todas a nosotros empapándonos. Y allí empezaron las carcajadas de verdad, muchas más que en el parque y creo que más que en toda mi vida. Nos reíamos sin parar y ya podía notar como las lágrimas corrían por mis mejillas y vi como en los ojos de Sia también habían. Menuda coincidencia tan particular que tenía que pasar justo cuando decía eso. La madre del niño que se había caído la fuente fue corriendo a ver a su hijo, le reprendió pero luego se rió un poco y le dejó correteando por la plaza con los demás niños.  Mientras nosotros seguíamos riendo por mi frase pero al rato paramos limpiándonos las lágrimas.
-Nunca me había reído así en serio- dijo ella llevándose una mano al estómago.
-Yo tampoco- me pasé una mano por el pelo.
-Bueno entonces estas circunstancias me hacen pensar que si que has mirado mis fotos- me miró de forma burlona.
-No he mirado tus fotos de verdad- le dije totalmente serio y vi que Sia se lo creía.
-Te creo Harry pero la próxima vez di solo que no cotilleaste mis cosas- me guiñó un ojo y miró su móvil- ¡Qué tarde es!
-¿Qué hora es?- me acerqué y miré que eran las 19:30.
-Creo que debería irme, hoy tengo una fiesta de pijamas con mi hermana y sus amigas y seguramente hayan llegado ya- dijo levantándose del escalón de la fuente y yo hice lo mismo.
-Te acompañaré hasta tu casa.
Caminamos hasta su casa hablando de tonterías y llegamos rápidamente a su casa, podríamos decir que ya nos sabíamos el pueblo y que no nos volveríamos a perder.
-Esta es mi casa- señaló a una gran mansión entre dos casas también grandes.
-¿Vives aquí?
-Es mi casa de vacaciones, aún te falta por ver la finca de la bodega de Peter, es aún más grande y encima tiene una playa- dijo indiferente, como si no le importara nada de esas cosas-. Algún día podremos ir, no está muy lejos de aquí y si eso yo me llevo a mi hermana y sus amigas y tu puedes traerte a los demás.
¿Eso sonaba a qué quería volver a verme? ¿Qué está no sería la última vez que nos veríamos? Le dediqué una sonrisa.
-Pues entonces hasta otro día Sia- le dije.
-Adiós Harry- se puso de puntillas y me besó la mejilla- espero volver a verte chico de la playa- se puso las gafas de sol que le regalé y nos reímos.
-Puedes llamarme, enviarme un Tweet o un mensaje si quieres que quedemos de nuevo- sonreímos.
-Está bien nos vemos- se dio la vuelta y entró en la inmensa casa no sin antes despedirse de mi con la mano.
Cuando la vi entrar me encaminé directo a mi casa pensando en ella, su sonrisa, su divertida forma de ser y en que haríamos la próxima vez que nos viéramos.





2 comentarios:

Ortcher dijo...

ikdfuhgsdyfvdsyfdtsfdsrf me encantaaaa :D

Tma dijo...

Sin palabras! Me encanta como escribes :)